Era un 31 de Julio de 2013, ibamos camino de Ronda porque teníamos cita en "Tatau89" (una tienda donde se hacen tattoos y piercings).
Llegamos muy temprano, y como no, aún estaba cerrada la tienda, y tuvimos que matar la impaciente espera de una hora desayunando en un bar de la zona.
Y aquí, empieza la aventura..
Antes de llegar a la tienda, pactamos un plan, para que todo saliera perfecto.
Ya llegadas las 11, esa hora tan esperada, empezamos a buscar calle por calle la tienda, porque no nos acordábamos donde quedaba, y aunque todo es díficil nada es imposible, y la encontramos y llegamos a tiempo. Entonces llego la hora de entrar, nos recibieron muy bien tanto la dependienta como el tatuador, dos personas majísimas.
Rellenamos una ficha de datos personal entre risas, y el cuerpo nos temblaba por aquella locura que ibamos a cometer, ya que era nuestro primer tatuaje.
Finalmente acabado todo el papeleo, entramos en la pequeña sala donde nos tatuaríamos.
La primera en tatuarse fue Celia y seguida de ella Rosana.
Celia: "Recuerdo el pinchazo de la aguja en mi piel, era un poco molesto, pero a penas tardó 15 minutos en acabar, y ni tiempo me dió de quejarme. Jamás me arrepentiré de aquel 31/07/13, porque los momentos impactantes son los que realmente cuentan en esta vida".
Rosana: "En mi opinión, a mí si que me dolió un poco, porque tuvo que rellenarme el tatuaje, sentía esa aguja pinchándome la piel repetidas veces, y la verdad es que tampoco tardó mas de 15 minutos".
Cuando salimos de allí, después de haber pagado y habernos informado de los cuidados necesarios durante las próximas semanas nos fuimos para Setenil.
Tiempo despues...
Pasado un mes, aún no nos creíamos aquella gran locura que con tanto entusiasmo cometimos, y a día de hoy, ya estamos pensando en un segundo tatuaje.